Carlo Sacchiero y María Ocaña

Huerta la Perucha

Localidad: El Borge en la Axarquía, Málaga
Productos: Pasas Moscatel de Alejandría, aguacates, limones, algarrobas
Carlo Sacchiero agachado junto a unas parras, sosteniendo un racimo de uvas blancas

La producción de pasas Moscatel de Alejandría se viene realizando en la Axarquía desde hace siglos, continuando a pesar de los cambios culturales, y sus métodos han variado poco a lo largo de ese tiempo. El cultivo y elaboración de la uva moscatel secada al sol en la zona más montañosa de Málaga juega un papel importante en la economía de la comarca, ya que se puede realizar en laderas escarpadas donde no es posible otra labor agrícola.

Huerta la Perucha es el proyecto familiar de María y Carlo; en él cultivan uva, otras frutas subtropicales y cultivos para autoconsumo. Originarios de Madrid, una de las zonas urbanizadas más grandes de España, la conciencia medioambiental de la pareja les llevó hacia una forma de vida diferente, y a aventurarse en este proyecto que compaginan con el trabajo fuera de casa. Aquí lo han aprendido todo y siguen estudiando. Como dice Carlo: «Llevo 7 años haciendo un máster, y sigo aprendiendo».

“Cuando quiero, puedo meter las manos en la tierra; este contacto directo es muy poderoso y antes no podía hacerlo.”

Los principios rectores de la granja se basan en la permacultura, sin mover la tierra ni arar. Todos los trabajos del día a día, como la inspección visual de las uvas una a una para comprobar que están en buen estado, se realizan a mano. María y Carlo pertenecen al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Pasas de Málaga y al programa de prevención de la erosión del suelo.

El mayor tesoro de La Perucha es la uva moscatel, una variedad especial y única que casi nadie cultiva en ecológico, y que produce una pasa grande, de sabor profundo y afrutado. Las uvas se cultivan en un terreno rotatorio de dos hectáreas, dejando el resto de la finca para su regeneración, y tras tres días de vendimia se sacan a mano del campo y se secan. Este secado se realiza al mismo tiempo para toda la cosecha, con el fin de garantizar un proceso homogéneo y la mejor calidad posible de la pasa.

Mantener este sistema de producción de uva y secado al sol es una parte esencial de la gestión de la tierra; evita la erosión, la desertificación y el uso excesivo de agua que a menudo provocan los cultivos convencionales. Como en muchas partes de Málaga, una gran preocupación es la escasez de agua, pero Carlo y María intentan trabajar con este inconveniente. Como explica Carlo «aquí hay un aguacatero que se ha secado, pero de él crecerá otro árbol más adaptado, como un algarrobo. En la naturaleza todo tiende a equilibrarse».

“Lo llamamos ‘viticultura heroica’.”

Tras muchos años de declive, el interés por este tipo de agricultura está resurgiendo gracias a personas que están encontrando la manera de recuperar, desarrollar y aprovechar la riqueza que la producción de uva ha generado a lo largo de la historia, y de restablecer su relación con su territorio y sus tradiciones culturales. Carlo y María valoran la conexión entre su método artesanal de producción y la historia de la producción de pasas en la región, y su experiencia es otro ejemplo de que el cambio hacia otro modelo de vida -y de economía- es posible.