Antonio Gámez

Antonio nació dentro del cortijo familiar, en la que hoy es su finca, heredada de su padre. En este lugar nunca se han aplicado abonos de síntesis, siguiendo la técnicas tradicionales, por lo que el paso a la certificación ecológica fue un trámite que en poco influyó en su manera de tratar el cultivo.

Él siempre ha estado trabajando su tierra y hoy tiene una de las fincas más variadas de hortícolas en ecológico de la comarca, sembrando habas, alcachofas, lechugas, brócoli, coliflor, apio e hinojo, principalmente.

Antonio valora la importancia que tiene una asociación entre agricultores, que por un lado dotan a la sociedad de una amplia variedad de productos en diferentes épocas del año y por otro posibilita que pequeños agricultores encuentren cabida a su pequeña y diversa producción. Esta relación con el pequeño agricultor en gran medida da sentido al espíritu de la Cooperativa Guadalhorce Ecológico.

Su orgullo como agricultor es obtener productos locales y de toda la vida, de un modo respetuoso con el medio ambiente y con un fiel compromiso de salud para con el consumidor final.