Junio

En junio empieza el verano! las hojas de los frutales ya están totalmente verdes, la fruta de verano ya está aquí, y los campos se llenan de cerezas, de albaricoques, los primeros melones…

Es una época de fiesta en la que los pueblos celebran las romerías, los pájaros rompen los cascarones y echan a volar. A partir de San Juan, las noches empezarán a hacerse más cortas de nuevo y llegará el calor del verano, y con el calor llegarán las frutas más veraniegas: los paraguayos, las nectarinas, las ciruelas…

Albaricoques

Disponible mayo – junio

Los albaricoques son originarios de China, donde se cultivaron por primera vez hace unos 4.000 años. En China, el albaricoque simboliza la educación y ha estado vinculado a la práctica de la medicina durante miles de años; la corta temporada de crecimiento del árbol dio lugar a la expresión árabe filmishmish (“en temporada de albaricoques”), que se utiliza para referirse a cosas que se precipitan o que es poco probable que ocurran.

Los albaricoques son un ingrediente versátil en la cocina; pueden comerse crudos, secos o asados, conservarse en almíbar o almacenarse como mermelada. Y los aceites que se obtienen del interior del hueso se utilizan en la elaboración de productos para el cuidado de la piel, mascarillas faciales, jabones y aceites esenciales.

El humilde albaricoque es una gran fuente de nutrientes, ya que está repleto de vitaminas, fibra y antioxidantes. También contiene altos niveles de zinc, un mineral esencial para el desarrollo cognitivo y que puede ayudar a mejorar la concentración mental. Comer sólo unos pocos albaricoques estimula el cerebro y ayuda a la generación de nuevas neuronas, por lo que son un tentempié ideal para los estudiantes, ¡o para cualquiera que quiera agudizar su mente!

Cerezas

Disponible mayo – junio

Llevamos comiendo cerezas desde la prehistoria, con pruebas de su consumo que se remontan a 4000-5000 a.C. Los griegos fueron los primeros en cultivar el árbol, pero la palabra cereza tiene su origen en el latín: cerasum hace referencia a Kerasous, el nombre dado por los romanos a la ciudad del noreste de Anatolia donde el general Lucio Licinio Lúculo encontró la fruta. Llevó una muestra a Roma en el año 72 a.C., y así comenzó su difusión popular por toda Europa.

La mayoría de las variedades de cereza tienen el mismo aspecto: un color rojo intenso, una pulpa jugosa y un pequeño hueso en el interior. Pero en cuanto al sabor hay grandes diferencias. Algunas son dulces (como la picota, que tiene forma de ligero pico al final y se separa naturalmente del rabito al recogerla), y otras ácidas (la guinda es un tipo de cereza silvestre que se suele confitar; cocer en agua y azúcar hasta que la humedad de la cereza haya sido sustituida por almíbar).

Un puñado generoso de cerezas pesa poco más de 50 gramos, incluye unos 5,5 gramos de azúcar y contiene menos de 30 calorías, lo que las convierte en una opción ideal para un tentempié a media mañana. Además, tienen uno de los índices glucémicos más bajos de todas las frutas, por lo que tomadas con moderación pueden ser una opción útil para las personas diabéticas. Y lo que es aún mejor, la cantidad de antioxidantes que contiene una cereza ayuda al organismo a combatir la inflamación, reparar el daño celular y favorecer la salud cardiovascular.

Melón Cantalupo

Disponible mayo – septiembre

El melón cantalupo es una planta anual rastrera que produce frutos redondos u ovalados, de 10-15 cm de diámetro y con una piel exterior rugosa, parecida a una red. Probablemente se cultivó por primera vez en las regiones cálidas y secas de la sabana de África y el suroeste de Asia. El arte egipcio, chino y griego ya mostraba el cultivo y consumo de melón cantalupo en el año 3.000 antes de Cristo. Las semillas de melón cantalupo son una fuente de aceite vegetal de gran calidad, que también puede utilizarse como ingrediente en perfumes y cosméticos.

Los beneficios para la salud del melón cantalupo son muchos: por sus propiedades diuréticas ayuda a depurar el organismo y mejorar el funcionamiento de los riñones, al ser ligeramente ácido neutraliza la acidez del estómago, y puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, reducir los efectos del colesterol y proteger contra las enfermedades del corazón. Sin embargo, como el melón fermenta rápidamente en el estómago -lo que puede causar problemas digestivos-, se recomienda comerlo a primera hora del día, solo o al principio de una comida.

El melón cantalupo puede utilizarse en multitud de recetas, y no sólo como postre. Su agradable sabor y suave textura lo hacen ideal para añadir un toque dulce a los platos, como la tradición de servir melón con jamón. También puede utilizarse en helados, batidos y ensaladas. Combine el melón con diferentes tipos de lechuga, aguacate, pimiento, piña, sandía y pepino; ¡sano, sabroso y muy colorido!