El abuelo de Pablo regaló la finca a su hijo, hace 40 años, para que pudiera volver de Francia y tener un lugar donde vivir y una tierra a la que poder dedicarse. Ahora, Pablo se hace cargo de ella desde hace unos 5 años. Esta pequeña huerta de frutales fue una de las primeras fincas que se certificó en producción ecológica en toda Andalucía.

Pablo al principio no se veía a si mismo trabajando en el campo, pero cuando comenzó sintió lo gratificante que era. Le gusta investigar y probar cosas nuevas y aunque su finca produce principalmente aguacates y naranjas, tambien le gusta diversificar y tiene muchas otras frutas como granados, chirimoyas, plataneros….Se siente muy cómodo ahora con el nivel de producción de su parcela, la fertilidad de su tierra y el entorno en el que se encuentra.